Historia del Parador
Los orígenes de este álcazar se remontan a la época de dominación musulmana, bajo el mandato del rey Alhamar, hasta 1246, fecha en la que es conquistado por Fernando III El Santo y a la réplica cristiana de la Reconquista. Erigido sobre el Cerro de Santa Catalina, su pasada función militar se amalgama la excepcional panorámica que ofrece desde el valle del Guadalquivir, tierra de campiñas y olivares, hasta la abrupta Sierra Morena
Vista de Jaen desde el Parador
Vista nocturna de Jaen desde el Parador de Jaen y las murallas
Pasillo interior del Parador de Jaen
Vista nocturna de Jaen desde el Parador de Jaen y las murallas
Pasillo interior del Parador de Jaen
Suaves tonos crema resplandecen bajo el intenso sol de la provincia. La influencia árabe resulta decisiva en los detalles decorativos del interior, fundamentalmente en las lámparas y arcos ojivales del comedor, aunque el peso de la Reconquista cristiana también se expone en los tranquilos rincones del Parador. Terraza y piscina en el exterior consiguen apagar el calor natural del paisaje, contribución compartida por acogedoras habitaciones y funcionales salas de convenciones.
Puerta de entrada al Parador de Jaen Mi estancia en el Parador
Estuve alojado en la habitación 4, de las denominadas doble estándar. Como en el caso de Tortosa, este Parador también acusa el paso del tiempo y está pidiendo a gritos una renovación. Incluso los balcones de Jaen son idénticos a los que podemos ver en Tortosa.
Entrada al Parador
Balcones del Parador de Jaen
En cuanto a la ubicación del Parador, ahí si que no podemos poner pegas, se divisan unas vistas extraordinarias de la ciudad de Jaen y alrededores, aunque hay que tener en cuenta que las dependencias del Parador son todas ellas edificaciones de nueva construccion. Si contiuamos andando por los exteriores del Parador, podremos ver restos del Castillo de Santa Catalina. La reforma de este Parador también está prevista dentro del Plan Estratégico 2009-2012, que supondrá una inversión de 9.000.000 de euros en el proximo año 2010. Por contra, las zonas comunes están muy bien decoradas, destacando el hall que da acceso a las escaleras de las habitaciones de la primera planta y de la planta baja y piscina, y también una gran sala previa al comedor, que es muy bonito, con esas maravilosas lámparas.
Hall de entrada a las habitaciones del Parador
Lamparas del comedor
Como anécdota, comentar que la noche de mi llegada al Parador, se encontraba cenando en el mismo la soprano Ainhoa Arteta.
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